El Rector Mayor de los salesianos, don Pascual Chávez Villanueva SDB, ha dirigido una carta a los salesianos de España con motivo de la próxima beatificación, el 28 de octubre, de Enrique Saiz Aparicio y 62 compañeros mártires. En su carta, el Rector Mayor señala que “con la pública declaración de beatificación”, la Iglesia “reconoce a estos nuestros hermanos como mártires; esto es lo que son y esto es lo que nosotros queremos celebrar”.
DIREZIONE GENERALE OPERE DON BOSCO
Via Della Pisana, 1111 – 00163 Roma
Il Rettor Maggiore
Roma, 22 de septiembre de 2007
A los salesianos de España
Queridos hermanos:
Con profunda gratitud para con Dios y gozo fraterno nos disponemos a celebrar la beatificación –tan largamente esperada- de los Mártires Salesianos de las antiguas inspectorías españolas Bética y Céltica. Sus compañeros de la Tarraconense se les adelantaron 6 años. Estos 63 hermanos nos recuerdan que la fidelidad a Dios puede llegar a pedir un supremo acto de amor, el de entregar la vida por el Amigo, y nosaseguran que incluso en ese trance Dios es fiel a quien lo ama hasta el extremo.
Con la firma del “Acta de Martirio” el año pasado y con la pública declaración de beatificación que celebraremos el próximo 28 de octubre, la Iglesia reconoce a estos nuestros hermanos como mártires; esto es lo que son y esto es lo que nosotros queremos celebrar. No fueron ni héroes ni víctimas de ninguno de los bandos de la Guerra Civil española; son testigos de Cristo Jesús y sólo por Él entregaron la vida hasta el derramamiento de su sangre.
Morir mártir es, ante todo, gracia que el Señor otorga a quienes quiere en modo muy especial. La concesión de este don, expresión del amor preferencial de Dios para con cada uno de nuestros hermanos, es cuanto, agradecidos, queremos y debemos celebrar. El próximo 28 de Octubre será, sin duda, un gran día para la Congregación, para España y para la España Salesiana. En nombre de Don Bosco y de todos los salesianos me uno a vosotros en el agradecimiento a Dios por el amor que nos ha tenido y felicito a la España Salesiana por este inapreciable regalo que hace a la Congregación y a toda la Familia Salesiana, el testimonio del amor más grande posible que 63 de los nuestros han sellado con sus vidas.
El martirio es prueba que garantiza la fiel implantación del carisma salesiano en España. Y estimo que su reconocimiento oficial por parte de la Iglesia Universal viene en un momento importante para la España Salesiana, que ha celebrado el 125 aniversario de la llegada de los salesianos a Utrera y que está esperando la inauguración del próximo Capítulo General; ambos acontecimientos nos invitan a renovar nuestra pasión apostólica a favor de los jóvenes. ¿Y qué mayor demostración de pasión que entregar la propia vida? Los mártires se nos ofrecen como modelo y estímulo de entrega apostólica en este momento histórico. La beatificación de unos hermanos que fueron martirizados en una etapa triste de vuestra historia, es una invitación a vivir con coherencia nuestros compromisos como creyentes y como salesianos, en la actual coyuntura histórica, que se presenta, sin duda, como una gran oportunidad para dar valientetestimonio de fe y de fidelidad a Dios y a los jóvenes.
Como la Pasión de Cristo fue y, sigue siendo, la mejor noticia para la humanidad (su salvación), así también la beatificación de los mártires es proclamación de una buena noticia, una palabra de esperanza y un motivo de serena alegría. Dios sigue empeñado en salvar y sigue precisando de hombres que, entregados a Él totalmente, puedan entregarse a sus hermanos totalmente. Un mundo sin Dios es un mundo sin porvenir; nosotros creemos y esperamos un mundo nuevo más humano y mejor, y nos implicamos fuertemente en su construcción. La sangre de los mártires es semilla de ese futuro que esperamos: el fin de un mundo de odios y de muerte, de la ausencia de Dios y de irresponsabilidad humana. ¡Que la sangre de los mártires salesianos ya beatificados, sea semilla de nuevas vocaciones y el renacer con vitalidad del carisma salesiano en vuestro bendito suelo patrio! A nuestros hermanos mártires Dios les pidió la extrema generosidad de una opción radical pero puntual; de nosotros esperan Dios y los jóvenes la valentía de una opción clara y perseverante y la alegría de vivir sirviéndoles. María, Reina de los Mártires, nos conceda honrar la memoria de nuestros hermanos con la entrega cotidiana de nuestras vidas.
Con mi afecto en Don Bosco,
P. Pascual Chávez
Rector Mayor
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