El pasado sábado 1 de agosto, unos tres mil extremistas islámicos atacaron a la colonia cristiana en la ciudad de Gojra, provincial de Punjab (Pakistán), quemando a ocho personas vivas –entre hombres, mujeres y niños– y dejando heridas a otras 20. Asimismo, los atacantes musulmanes incendiaron 40 casas y 2 iglesias que fueron totalmente quemadas.
El ataque se produjo en respuesta a una supuesta "profanación" por parte de algunos cristianos del Corán –algo que según algunos medios solo era un rumor– en la localidad de Koriyan, a unos cuatro kilómetros de Gojra; dos días antes de este brutal ataque. Ese mismo día, los extremistas ya habían incendiado más de 50 casas y 2 iglesias como primera reacción. Pese a la tensión y a las amenazas, las autoridades no tomaron ninguna medida de seguridad.
"Aunque la policía estuvo presente al momento del ataque, los musulmanes no fueron detenidos", indicaron algunos de los cristianos locales.
Rana Sanaullah, la Ministra de Justicia de la provincia de Punjab, ha señalado por su parte a los medios que diversas investigaciones comprueban que no ha existido ningún incidente de profanación contra el Corán en toda la región durante la última semana; mientras que el único ministro cristiano y encargado de los Asuntos para las Minorías, Shahbaz Bhatti, culpó a la administración local que no proporcionó seguridad alguna a los cristianos de Gojra.
A su turno, el Primer Ministro Yousaf Raza Gilani solicitó al Primer Ministro de Punjab Shahbaz Sharif que encuentre a los responsables de estos ataques para que comparezcan ante la justicia; y exhortó a los fundamentalistas islámicos a deponer la violencia.
En declaraciones a la organización internacional de caridad Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Obispo de Faisalabad (ubicada a 50 kilómetros de Gojra) Mons. Joseph Coutts, quien presidió los funerales de los cristianos asesinados, señaló que "existe mucha rabia entre las personas por lo que ha pasado. Las emociones fluyen y están al tope. Las personas podrían responder de cualquier forma porque éste es, indudablemente, uno de los peores ataques que hemos recibido".
Al referirse al brutal ataque, el Prelado denunció que en ese y "en todos los casos, la policía no ha hecho casi nada para detener a las masas violentas. Condolencias, disculpas y promesas (siempre) se escuchan de las autoridades; pero la acción que se requiere en el momento para prevenir este tipo de incidentes siempre ha faltado".
Para Mons. Coutts, esta sangrienta agresión de los extremistas musulmanes es "una especie de limpieza religiosa" para hacer de Pakistán un estado totalmente islámico.
AIN precisa además que entre los cristianos asesinados se encuentran una niña de nueve años, Umia Alnaf, su madre Asifa y Mausa Masih; de diez años. También están Asia Victar, de 22 años; y su madre Eerueen, Ikhlaf Hameed; y otros dos ancianos: Haneed Khan y otro de nombre Sharif.
Este es el tercer incidente de este tipo en los últimos dos meses en la provincia de Punjab en donde las comunidades cristianas fueron atacadas debido a supuestas acusaciones de profanación. Los cristianos, que han protestado de manera pacífica ante este brutal ataque, en todo el país son solo el 1,5 por ciento.
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